Tenemos conocimiento de S'Agaró desde la llegada de los romanos, tras encontrar restos arqueológicos en algunas villas de este paraje, donde se dedicavan al cultivo y al  pastoreo.

No obstante, la relevancia del lugar, empieza cuando el empresario Josep Ensesa Pujades recibió el 1916, como pago de una deuda, un trozo de tierra en la desierta playa de Sant Pol. Pasaron los años antes de que su hijo Josep Ensesa Gubert empezara a sentir predilección por el lugar.

La ciudad residencial de S’Agaró está íntimamente ligada a la personalidad de éste, que fue su creador.

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Senya_Blanca

El origen se remonta al año 1924, época en que el turismo era inexistente y no se esperaba el éxito que adquiriría en este sector. En ese año se inician las obras de Senya Blanca, donde viviría el Sr.Josep Ensesa.

La familia Ensesa junto con los arquitectos Rafael Masó, Francesc Folguera y Adolf Florensa fueron en diferentes etapas impulsores y artífices de esta ciudad jardín residencial, con un cierto estilo aristocrático “noucentista” y que fue el primer referente de la Costa Brava. La idea era construir un pueblo catalán utilizando piezas de artesanía popular.

Antic Bus

Al proyecto, se le nombró S’Agaró a razón de un pequeño riachuelo seco “Agaró” que discurría en el rincón de levante en la playa de Sant Pol.

Después nació el emblemático Hostal de la Gavina, con tan sólo once dormitorios, proyecto que sufrió diversas transformaciones a lo largo de los años hasta el año 1953 que se convirtió en el hotel de cinco estrellas gran lujo.

Finalmente se terminaron las obras con la construcción de la piscina Garbí en 1.967.

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Para dar a conocer S’Agaró en sus inicios, se programaban regularmente campañas de atracción destinadas al gran público. Se impulsó la publicación de la Revista de S'Agaró, como reflejo de los acontecimientos sociales que se celebrarían en la nueva ciudad-jardin. Se organizaban excursiones desde Barcelona y Gerona, concursos de sardanas, regatas de vela y motonáutica, concursos hípicos y campeonatos de tenis. Más adelante se volvió de carácter más selectivo, con recepciones, cenas de gala y fiestas glamurosas, en las que destaca los conciertos de verano al aire libre.

La burguesía se lanzó con ganas de tener su casa en S’Agaró y éste se convirtió en un lugar de prestigio para la sociedad.

Regates 1932
Revista
Tenis-1948
Antic Torres de Sant Pol

El vecindario de Sant Pol, moderno núcleo turístico ante la bahía de su nombre, se urbanizó sobre todo a partir del 1920. Destacan una torre modernista del fin del siglo XIX, la Casa Estrada o “Torre de les Punxes”, y dos chalés “noucentistes”, la Casa Domènech-Girbau, de Josep Goday (1910), y la Casa Casas, de R. Masó y Valentí (1915-16).

A principios del siglo pasado, los laudes  de los pescadores y sus pertrechos ocupaban casi por completo la playa de Sant Feliu, así  que la de Sant Pol -apartada y casi virgen- se convirtió en la playa del pueblo. Por aquel entonces varias familias de pescadores de L'Escala acampaban en la arena mientras duraba la campaña de verano y los burgueses de Sant Feliu venían a comprarles el pescado fresco. Daba gusto ver la playa sin tanta arquitectura... Solo destacaban “ les punxes” de la casa de Pere Mаrtir Estrada (que mandó construir el palacete con nueve afiladas torres, una por cada hijo), la de Domènech-Girbau junto a ella, la casa Casas de estilo señorial, que constituyen un excelente ejemplo de evolución de estilo arquitectónico modernista a novecentista, y los “Banys de s'Agaró”, lo que sería el germen del primer beach club de la Costa Brava.

Platja Sant Pol (1928)
Comparativa

Situada en una extensa bahía de casi 1 km de longitud, la Platja de Sant Pol es una larga playa de ambiente familiar que cuenta entre sus atractivos con un bello patrimonio arquitectónico y también natural.

Desde el punto de vista natural la Platja de Sant Pol nos ofrece en excelente estado de conservación, una zona de dunas protegida con su propio ecosistema.

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